Me llama la atención esta nota colocada en el sitio Nación321 en el que señalan que fueron 12 estados en los que, primero ganó Felipe Calderón en 2006 y luego, en el 2012, ganó Enrique Peña Nieto.
La mayoría de los electores de Aguascalientes, Baja California, Coahuila, Colima, Chihuahua, Durango, Jalisco, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Yucatán se fueron por el «ganador» y no dudaron en cambiar de playera de una elección a otra.
¿La causa?
Merece realizarse todo un estudio socio-político para conocer las razones que la mayoría de un grupo de electores tiene para comportarse de esta manera. Lo que hay que tener en cuenta es que este factor muy bien puede repetirse:
La suma de estos 12 estados representa más de 25 millones de inscritos en la lista nominal del INE, es decir, casi el 30% del total nacional.
Por supuesto que no representan la mayoría, pero si una muy considerable proporción que muy bien puede influir en el resultado de la elección presidencial de julio. El secreto será, para cada uno de los candidatos punteros, lograr que estos electores (que muy bien califican como «prianistas») cambien de opinión a su favor.